Imagina un lago, mar o piscina, naturaleza y sol. Escenario ideal para un buen descanso en estas vacaciones, pero también el marco perfecto para que los amantes de la vida al aire libre y para que quienes quieran iniciar una práctica deportiva, se animen a hacerlo.

Y motivos hay de sobra. Rodeados de un entorno privilegiado, en periodo estival abundan las alternativas para realizar deportes acuáticos. Están demostradas las bondades de ejercitarse en el agua, en una combinación en que lo lúdico y una rutina de ejercicios guiada aumentan nuestro bienestar sin necesidad de practicarlos de forma intensa.

Ya sea natación, kayak, remo, aeróbica en el agua (acuarobic) u otro, todos tienen más beneficios que contraindicaciones. Ideales para quienes presentan movilidad reducida, lesiones musculo-esqueléticas o sobrepeso, está comprobado que estos deportes tienen efectos terapéuticos y sobre nuestra salud, por sobre otros más tradicionales.

En tal sentido Lincoln Flores, kinesiólogo de Clínica Universitaria especialista en kinesiología deportiva, señala que “en el agua, las articulares sufren mucho menos, se alivia más el dolor y la sensación de fatiga, y aumenta la elasticidad”.

Junto con ello, el profesional nos enumera varias razones para preferir este tipo de deporte:

• Fortalece la musculatura, ya que trabajan todos los músculos del cuerpo.
• Mejora la coordinación.
• Favorece el sueño y actúa como un muy buen anti estresante.
• Deportes como natación o acuarobic aumentan la resistencia física y mejoran de manera importante la capacidad cardiorrespiratoria.
• Hay una mayor quema calórica, sin necesidad de practicarlo en alta intensidad.
• Reafirma la figura física.
• Ayuda a estabilizar la columna y potenciar la musculatura de la zona lumbar.
• Mantiene la presión sanguínea estable.

Como ves, ya sea en lagos, ríos, mar o piscinas, la constante práctica deportiva en el agua tiene un gran poder para mejorar tu estado físico y salud mental.