Mantener el equilibrio en nuestras vidas a veces puede sonar algo difícil e incluso imposible. Sin embargo, no es necesario dejar todo y salir de la ciudad hacia un lugar desconectado para encontrar paz. A veces, basta con simples acciones dentro de la vida cotidiana para establecer una conexión con nosotros mismos y fortalecer nuestra paz interior. Esta paz interior nos permite ver la vida día a día desde una perspectiva distinta, más optimista y saludable.

Actualmente, sabemos que detrás de cada dolor físico hay algo que nuestro cuerpo desea comunicar, porque la salud del cuerpo está ligada a la salud de la mente.

Por ejemplo, los problemas cardíacos, cáncer, inflamación de garganta o dolores de cabeza, tienden a manifestarse en personas con altos niveles de estrés por sobre personas cuya rutina es menos estresante. Por lo anterior, se puede deducir que existe una estrecha relación entre la presencia de enfermedades y personas que experimentan habitualmente ira, preocupación, estrés u otros estados negativos.

Por otra parte, existe la otra cara de la moneda: nuestra mente, cuando está descansada, tiene la capacidad de sobrepasar dificultades e incluso influir en el cuerpo hasta el punto de prevenir una enfermedad. Por ello es fundamental que encontremos el equilibrio, la paz y que vivamos más relajados.

Para lograrlo, se emplean diversas técnicas que permiten prevenir, tratar o contrarrestar los síntomas de muchas enfermedades, ya sea medicina alternativa, deportes, cambios de hábitos alimenticios u otros. Lo principal, sin embargo, es comprender nuestro cuerpo, sus procesos y necesidades.

¿Qué podemos hacer para comenzar a mejorar nuestro bienestar y paz?

Además de incluir actividades beneficiosas extras a nuestra rutina, lo básico está en relajarse y meditar, algo que no requiere tanto tiempo como lo que uno podría imaginar. Una persona puede meditar un par de minutos al realizar actividades rutinarias como tomar un baño, nadar, correr, caminar al aire libre o durante los trayectos entre el hogar y el trabajo. El sólo hecho de darse un momento para preguntarse “¿Cómo estoy?”, “¿Qué motivaciones tengo?”, “¿Qué me preocupa?” trae beneficios para entenderse a uno mismo y trabajar así en lo que se necesita para alcanzar una vida más pacífica y equilibrada.

Sólo debemos recordar que la vida es mucho más que las obligaciones, angustias y discusiones. Debemos conocernos y ser los primeros en amar nuestro propio ser para evitar enfermedades como:

• Estrés
• Depresión crónica
• Enfermedades cardíacas
• Alzheimer
• Enfermedades respiratorias

Una buena salud se relaciona con una mente en paz.